martes, 18 de junio de 2013

Mea culpa

Las consecuencias de precipitarse

  En mi última entrada, en el apartado dedicado a La Mujer del César  deslicé un comentario mordaz sobre la Infanta Cristina a la que atribuía oscuras operaciones inmobiliarias que yo juzgaba impropias de su condición. Hoy parace estar claro que todo se ha debido a un error de la Agencia Tributaria, que, a su vez, deriva la responsabilidad a misteriosos "terceros".

  No importa de quién haya sido el error, está fuera de toda duda que, por lo que a mí se refiere, he caído en el pecado de dar por sentada una información no contrastada debidamente. Lo siento por la persona afectada, lo siento por mis posibles lectores, y lo siento por mí, que nunca debí hacer tal cosa.

    He criticado muchas veces esa manía tan española de juzgar, condenar y estar dispuestos a ejecutar, llegado el caso, a ciudadanos a quienes se acusa de cualquier cosa, antes de ser escuchados siquiera. Ahora yo he hecho lo mismo. Se ve que sigo siendo español, para lo bueno y para lo malo. Espero no volver a repetir el disparate.

    Una vez más pido disculpas.


domingo, 16 de junio de 2013

Fuera del tiesto
 
(8ª entrega)
 
 
Hacia dónde vamos.
 
 
   En los Estados Unidos, en el corazón del Imperio, un subcontratado de los servicios de inteligencia ha puesto al descubierto el  más formidable sistema de espionaje a ciudadanos e instituciones del propio país, que haya conocido la Historia. Republicanos y Demócratas, al unísono, en vez de escandalizarse y ponerse a investigar cómo eso ha sido posible, se han puesto de acuerdo en que es intolerable hablar en público de cosas como ésas. En Gran Bretaña parece ser que también se utilizan los mismos programas para controlar a la ciudadanía.
 
   ¿Cómo es posible que pueblos que tiempo atrás fueron los paladines de las libertades ciudadanas consientan semejantes prácticas? Porque desde el Poder se ha venido planteando desde hace años una falsa disyuntiva: Seguridad o libertad. Y la ciudadanía, en vez de negar la mayor y exigir que se explique por qué libertad y seguridad son términos mutuamente excluyentes, cae en la trampa y cree que renunciando a una parte de sus derechos va a vivir más seguro. Cuando quieran darse cuenta, ni siquiera podrán reclamar sus derechos perdidos.
 
   Estamos en la antesala del estado policial que anunció Orwell. Y por otra parte ¿Hay tantas diferencias entre Bush y Obama, o se trata sólo del color de la piel?
 
 
Una exageración
 
 
    Leo en la prensa del pasado 11 de Junio que los rebeldes sirios han ejecutado a un joven por blasfemar. Se me ocurre que es una reacción un tanto exagerada, preludio de lo que tal vez pueda ocurrir el día que los rebeldes se deshagan de El Assad (como en Egipto, Túnez o Libia, derrocar a un dictador infame, no es garantía de bienestar ni de acceso de la libertad y la democracia). ¿No habría sido mejor preguntar por qué blasfemaba? Recuerdo el letrero de cierta tasca madrileña "Prohibido blasfemar sin causa justificada".
 
 
El conocido cuento de la mujer del Cesar
 
    Hay quien dice que Doña María Margarita Borbón Dos Sicilias Lubomirska, su hermana Doña María Inmaculada y la hija de ésta, Doña María Illa García de Sáez y Borbón Dos Sicilias (un inciso: ¿tributan doble los apellidos dobles?) son primas del Rey y hay quien sostiene lo contrario. Unos y otros, no obstante, han debido de enterarse de que damas de tanta prosapia, figuran como imputadas en el llamado " Caso Emperador". Ya saben, el asunto ése del chino elegantito que se llevaba el dinero negro español a su pueblo metido en bolsas de basura, cobrando por ello una módica comisión.
 
 
    También por estos días se ha tenido noticia de las compras y ventas de propiedades inmobiliarias por parte de la Señora de Urdangarín, sobre la que todos coinciden en que esa sí es hija del Rey. Aunque es posible que la Infanta tampoco se enterara esta vez de lo que estaba pasando; es tan distraída...
 
  En uno y otro caso, lejos de mi ánimo pasar por alto la consabida presunción de inocencia, pero ¿dónde he oído yo eso de que la mujer del César no sólo ha de ser decente, sino que, además ha de perecerlo?
 
Pedir peras al olmo
 
 
"Expertos anticorrupción de quince países instan al G 8 a que los países miembros castiguen a los Bancos que acepten dinero sucio"
 
    No quiero entrar en la cuestión de si todo el dinero es sucio o si sólo es una parte, ni en quién decide cuál es uno y cuál es el otro. Por ejemplo: el dinero procedente del tráfico de armas es sucio, ¿verdad? ¿Y cuando el vendedor  de armamento es el Gobierno, el dinero es limpio?.
 
  La petición se me antoja que está a medio camino entre la ingenuidad y la desfachatez.  Todos los miembros del G8 tienen en vigor leyes que castigan el lavado del dinero. Sobran los requerimientos de los expertos. Falta la voluntad política de aplicar la legislación vigente. A lo peor el problema estriba en que una parte sustancial de ese dinero más sucio de lo habitual procede de fuentes próximas a los gobernantes. Basta con mirar a nuestro alrededor.
 
 
La canallesca prensa extranjera
 
 
    Cuando la policía turca desaloja Taksim a la brava y el coro de protestas crece como la espuma, el Presidente Erdogan, culpa a la prensa extranjera no sólo de la exageración de la noticia, sino de crear el caldo de cultivo que generó el movimiento de protesta.
 
    Cuando Teodoro Obiang obtiene el 99 % de los votos en las pasadas elecciones presidenciales, curándose en salud, poniéndose la venda antes de recibir la pedrada, dicen que dijo algo así como que "ahora la prensa extranjera nos acusará de haber hecho trampas".
 
    ¿Alguien recuerda lo de la conjura internacional o de la Prensa Canallesca del General Franco? O sea, que si la prensa extranjera no existiera, habría que inventarla.